Mucho se habla últimamente de los booster, las ampollas, las mascarillas y los sérums. De todos ellos, el sérum es el que está concebido para tratar la piel a largo plazo, teniendo una textura, concentración de activos y garantía de resultados inigualable. De hecho, hay pieles que podrían prescindir de la crema y centrarse únicamente en el uso de éste. Para despejar esta y otras dudas que nos surjan sobre el cuidado facial, hemos preguntado a la experta Esther Puig, del departamento de I + D de Henkel Beauty Care.
-¿Qué es un sérum y en qué se diferencia de una crema?
Tanto el sérum como la crema son productos de tratamiento, pero, a diferencia de la crema, éste cuenta con una fórmula en base acuosa más concentrada en activos, su textura es más fluida y penetra más rápido y en capas más profundas, llegando hasta la dermis.
-¿Cuáles son sus principales ventajas?
La gran diferencia con otros formatos cosméticos es su textura, más ligera, y la rapidez con la que ofrece resultados. Mientras que con una crema hay que esperar unos 28 días para verlos, con un sérum, podemos estar hablando de siete, como en el caso del Sérum Anti-edad Lift + Botology (PVPR 9,95€), de Diadermine: inmediatamente piel con un aspecto más firme y liso e intensamente hidratada tras 7 días.
-¿Qué ingredientes suele contener?
Los sérums son fórmulas pensadas para necesidades específicas (manchas, arrugas, acné, luminosidad…), pero destacan tres grandes grupos. Por un lado, están los antimanchas, que contienen vitamina C, aminoácidos o péptidos, básicamente. Por otro lado, están los antiarrugas, y aquí cada laboratorio incorpora su ingrediente activo estrella. Nuestro sérum, por ejemplo, incorpora paracress (extracto vegetal con efecto tensor), té verde y té negro fermentado (ricos en antioxidantes y polifenoles), hialurón vegetal (un derivado del ácido hialurónico) y ácido aminobutírico (activo dermatológico que relaja las arrugas). Y otro gran grupo, son los que revelan la luminosidad y contienen vitaminas C y E, y péptidos, destinados a mejorar y unificar el tono.
-¿Por qué el sérum se ha convertido en un best seller durante y tras el confinamiento?
En primer lugar, porque durante éste hemos tenido más tiempo para dedicarnos a nosotras mismas y hemos podido ampliar nuestra rutina de cuidados. En segundo lugar, porque tras el ‘encierro’, hemos vuelto a exponer a nuestra piel al sol, la contaminación, el estrés… Y necesitamos productos rápidos y fáciles de usar para afrontar de nuevo todos estos retos. Y en tercer lugar, porque el sérum ofrece la textura idónea para poder aplicar protección solar después (fundamental estos meses de calor), sin saturar la piel.
-¿Cuándo se aplica?
Siempre sobre la piel limpia y lo idóneo es mañana y noche. Aunque lo fundamental es incorporarlo a nuestra rutina de belleza de manera natural, no forzada, sino dejaremos de hacerlo en poco tiempo. Si solo se puede aplicar una vez al día, es preferible que sea por la noche, que es cuando tiene lugar todo el proceso de regeneración celular.
-¿Cómo hacerlo?
Cogemos el tamaño de una avellana en la palma de la mano y lo extendemos con la yema de los dedos en frente, contorno de ojos, pómulos, contorno peribucal y cuello. Siempre en sentido ascendente y preferiblemente con movimientos circulares para facilitar su penetración. Por ejemplo, empezamos desde el entrecejo hacia el exterior formando una U con los dedos para relajar las líneas de expresión. Y después seguimos desde el extremo de los labios hasta las sienes, realizando pequeños movimientos circulares.
-¿Puede el sérum sustituir a la crema?
Depende del tipo de piel. Las mixtas con tendencia grasa tienen suficiente con el sérum, ya que, al tratarse de una fórmula en base acuosa, hidrata estas pieles de manera eficaz. Sin embargo, para las más secas o maduras, el sérum por sí solo puede quedarse corto y aparecer sensación de tirantez y falta de confort.
-Boosters, ampollas y sérums, ¿cuál es la diferencia entre ellos?
Todas son fórmulas concentradas y de base acuosa. Sin embargo, los boosters contienen los activos más puros y a máxima concentración, y no se pueden aplicar directamente en la piel porque pueden irritarla, producir enrojecimiento y picor. Están pensados para mezclarse con la crema. Por su parte, las ampollas son de textura más líquida y vienen en monodosis para realizar un tratamiento de choque de unos 7 días. Y los sérums son fórmulas de textura ligera, altamente concentradas, que se pueden incorporar a nuestra rutina de cuidados de día y de noche, y ofrecen resultados tanto a corto, como a medio y largo plazo.
-¿Por qué el sérum suele ser más caro que las cremas?
Por la elevada concentración de activos que contiene y porque requiere de frascos específicos y más sofisticados para facilitar una correcta aplicación y conservación. Aunque en nuestro caso, el Sérum Anti-edad Lift + Botology y las Crema de Día y de Noche Lift + Botology , de Diadermine, tienen el mismo precio recomendado (PVPR 9,95€).
-¿Cuánto tenemos que esperar para ver resultados?
Por regla general, notamos la piel más hidratada, luminosa y rosada de forma inmediata. Y al cabo de una semana la piel se ve intensamente hidratada, más firme, lisa y con menos arrugas y líneas de expresión, en la frente, contorno de ojos y peribucal.
-¿Habría que descansar en algún momento?
Eso es una leyenda urbana, pero sí es cierto que, por su textura ligera, el sérum es más indicado en verano, cuando hay altas temperaturas, humedad y tenemos que ponernos encima un filtro solar. En invierno, cuando la piel está sometida al frío y la sequedad de la calefacción, es preferible utilizar texturas en crema, más densas y untuosas.
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