Siempre nos han dicho que el orden de los factores no altera el producto. Sin embargo, en lo que a rutina cosmética se refiere, éste si puede alterar el resultado. Te contamos qué orden debe seguir tu rutina cosmética para ser eficaz y lucir una belleza natural.
Nuestras madres y abuelas han sido testigo de muchos cambios. Hasta mediados de los años 70 no empezaron a surgir verdaderas novedades cosméticas en nuestro país; hasta entonces con una única crema era suficiente para tratar absolutamente todo. Pero, a partir de esa década ya se empezó a diferenciar entre la crema de día y la de noche, y a aparecer nuevas texturas.
Habría que esperar a la década de los 80 para que los sérums hicieran su aparición. Se trataba de una textura más ligera, más sutil y de rápida absorción, y de un imprescindible más que incorporar a la rutina diaria. Desde entonces, el sérum es un imprescindible en las pieles más secas y maduras, después de la limpieza y antes de la crema.
“Surgió para cubrir necesidades específicas de la piel en los centros de belleza y luego saltó al gran consumo para aplicar antes de la crema por su fórmula acuosa, su textura ligera y su alta concentración en activos”, explica Esther Puig, responsable del departamento de I+ D de Henkel Beauty Care.
Actualmente existe un orden cosmético bien establecido: limpieza, exfoliación, tónico, contorno de ojos, sérum, hidratante de día y protección solar por la mañana o crema regeneradora por la noche.
Una rutina personalizada
Vamos por partes. Para empezar hay que subrayar que toda rutina cosmética debe ser personalizada. Algo que tu esteticista, dermatólogo o médico estético debe establecer según tu tipo de piel, preocupaciones (arrugas, manchas, flacidez, acné…) o gustos personales.
“Si la rutina cosmética no es personalizada, no la vamos a seguir. Esta se tiene que adaptar, además de al tipo de piel, a nuestros gustos y tiempos”, aconseja Esther Puig.
No se trata de atiborrar nuestra piel de productos como hacen las coreanas, que incorporan hasta 10 pasos en su rutina cosmética y tienen muy interiorizada la doble limpieza. “El suyo y el de las europeas, entre ellas las españolas, son estilos de vida diferentes. Las asiáticas están muy preocupadas por la polución”, justifica la experta. De hecho, Seúl es una de las ciudades con peores niveles de contaminación del mundo (188 microgramos por metro cúbico). Pero este no es el caso de España.
Contaminación aparte, la cuestión es cuál es el orden lógico de los cosméticos y por qué se establece así.
Primero, limpieza según tipo de piel y gustos
Lo primero es la limpieza, mañana y noche. Y en la elección de la fórmula aquí impera el tipo de piel y los gustos. “Las pieles secas y sensibles necesitan limpiadoras con bases en aceite, en formato leche limpiadora o toallitas por ser más hidratantes para la piel. Y si incorporan ingredientes como la provitamina B5 o el aceite de almendras, además de limpiar, hidratan, calman y suavizan la piel”, asegura Esther Puig. La Leche Limpiadora Suave (PVPR 4,65€), de Diadermine, contiene provitamina B5 y las Toallitas Desmaquillantes Hidratantes para Pieles Secas y Sensibles (PVPR 2,65€), de Diadermine, incluye aceite de almendras.
Por su parte, “las pieles mixtas con tendencia grasa deben apostar por formatos como el agua micelar, las espumas limpiadoras o el gel al agua, porque incorporan micelas y tensioactivos que arrastran mejor la suciedad, los residuos contaminantes, el maquillaje y la grasa, y realizan una limpieza en mayor profundidad”, según Puig. El Agua Micelar Hidratante (PVPR 5,95€), de Diadermine, contiene aloe vera y pantenol que purifican la piel sin resecarla.
De forma puntual, exfoliación
Los productos exfoliantes, peelings y mascarillas se pueden utilizar una vez a la semana en pieles mixtas o con tendencia grasa, y de dos a tres veces al mes en las más secas y sensibles.
“La piel se renueva naturalmente cada 28 días y no es necesario forzar este proceso. De lo contrario, solo conseguiremos un efecto rebote en la piel: descamación, rojeces e intolerancias”, advierte Puig.
En cuánto a qué tipo de exfoliante elegir, hay dos tipos: mecánica o química. “La primera se realiza hoy en día con productos que llevan extractos naturales de semillas, ya que las micropartículas de polietileno que se utilizaban antes están prohibidas por contaminar el mar. Y la química se realiza con enzimas y alfahidroxiácidos (AHA’S). En general, la mecánica es más respetuosa con la piel y mejor tolerada por la piel”, recomienda la experta.
Los nuevos Peeling Mousse Purify y Glow (PVPR 4,95€), de Diadermine, contienen partículas exfoliantes 100% naturales de nuez de albaricoque que exfolian de forma profunda y delicada la piel. El Peeling Mousse Purify elimina impurezas, mientras el Peeling Mousse Glow revela la luminosidad natural de la piel.
Tonificar no es siempre necesario
“Si para limpiar hemos utilizado un agua micelar, el tónico no será necesario, ya que las micelas eliminan bien la suciedad y las impurezas. Pero si hemos empleado una leche limpiadora o una toallita desmaquillante, es necesario utilizar además un tónico para eliminar los residuos y preparar bien los poros para que reciban los cosméticos posteriores”, recomienda la responsable de I + D de Henkel Beauty Care.
Contorno de ojos multifunción
“Debe aplicarse antes del sérum para proteger la zona del contorno y así delimitar donde aplicar el sérum a continuación”, explica la experta.
Además, su fórmula debe estar oftalmológicamente probada y es conveniente que sea un producto multifunición, capaz de atacar los tres frentes problemáticos de la zona: bolsas, ojeras y líneas de expresión.
El Contorno de Ojos Anti-edad Lift + Botology (PVPR 9,95€), de Diadermine, contiene activos botox-like, como el ácido aminobutírico que relaja la tensión de los músculos faciales; extracto vegetal de Eufrasia, que reduce las bolsas; y té verde y té negro fermentado (kombucha) de propiedades antioxidantes y capaz de activar la microcirculación y reducir las ojeras.
Sérum con activos antiedad
Una vez que la piel está preparada, limpia y receptiva, es el momento idóneo para aplicarle fórmulas más concentradas en activos y de textura ligera y de rápida absorción, como el sérum, que puede contener hasta el doble de activos que una crema y es una fórmula más acuosa.
“Por su alta concentración en activos y su particular textura, tiene la capacidad de penetrar más rápidamente en la dermis, donde se encuentra la cantimplora cutánea y las reservas de agua (ácido hialurónico) y las fibras de colágeno y elastina (responsables de la elasticidad y firmeza de la piel). Las cremas tardan más en actuar en profundidad (unas 4 semanas) mientras que el sérum puede incluso obtener un resultado inmediato / efecto “flash”, aclara Puig. Además, potencia los beneficios de ésta.
“Las cremas son fórmulas con una base en aceite, más grasa, por lo que se quedan en superficie, en la epidermis, haciendo un efecto barrera y su principal función es hidratar las pieles con tendencia más seca. De hecho, una piel mixta con tendencia grasa puede tener suficiente con un sérum”, asegura Esther Puig.
La crema y el sérum trabajan en sinergia. Eso sí, es importante que contengan activos antiarrugas, como el ácido aminobutírico o el extracto de Paracress, de efecto alisador instantáneo, así como ácido hialurónico o sus derivados (como el hialuron vegetal), y antioxidantes como el té verde o el negro fermentado (kombucha) de acción antiedad e hidratante a largo plazo, como el Sérum Anti-edad Lift + Botology (PVPR 9,95€), de Diadermine.
Hidratación y protección durante el día
Después del sérum es importante aplicar una crema de día sobretodo en pieles secas / normales para proporcionar la hidratación adecuada a la piel.
La Crema de Día Lift + Botology (PVPR 9,95€) contiene activos activos botánicos como el paracress y el hialurón vegetal y reduce arrugas en tan solo 4 semanas, por lo que cumple las expectativas de la piel a partir de los 30 años.
Sol, contaminación, humo del tabaco, estrés, falta de sueño… La piel necesita un auténtico escudo protector durante el día. Y este se consigue utilizando, después del sérum, una crema de día con SPF mínimo 30 o un protector solar son este SPF y filtros de acción global (contra los rayos UV, IR, Luz Visible), en caso de que la crema no lo incorpore.
Regeneración por la noche
“Por la noche tiene lugar todo el proceso de renovación celular y desintoxicación cutánea, por lo que es necesario utilizar fórmulas de tratamiento regeneradoras y al mismo tiempo nutritivas”, cuenta la experta.
Al igual que las cremas de día, las de noche, incluyen activos antiedad, pero una cantidad mayor de elementos nutritivos. “Contribuyen a aumentar la hidratación, nutren en profundidad, reparan los daños del día, y suavizan arrugas y líneas de expresión”, apunta la responsable de I + D de Henkel Beauty Care.
La Crema de Noche Lift + Botology (PVPR 9,95€), de Diadermine, contiene activos antiarrugas como el ácido aminobutírico y el extracto de Paracress, para reducir las arrugas visibles; hialurón vegetal (un derivado del ácido hialurónico) y té verde y negro, para hidratar la piel y activar la producción de ácido hialurónico y colágeno nuevos.
Imágenes: Diadermine, iStock/shironosov / Bogdan Kurylo
