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Los estantes de las perfumerías, supermercados y farmacias son un hervidero constante de novedades. La oferta es abrumadora y cada día salen cremas nuevas al mercado. Resulta difícil acertar con nuestra elección. 

Todas prometen logros apoyados por grandes campañas de marketing. Pues bien, más allá del deslumbramiento que este panorama pueda producirnos, lo fundamental para acertar con la elección es apostar por cremas cuyos ingredientes y estudios hayan demostrado sobrada eficacia y seguridad. “Las vitaminas C y E, la astaxantina, los antioxidantes, el ácido hialurónico, la centella asiática, la niacinamida o los retinoides han demostrado eficacia cosmética y son una apuesta segura en una fórmula”, asegura Esther Puig, del departamento de I + D de Henkel Beauty Care.

Ahora bien, estos ingredientes tienen que estar bien integrados en el cosmético y avalados por tests de seguridad, compatibilidad y eficacia. “En la industria cosmética tenemos un hándicap desde que se prohibieron los tests en animales. Esto, en una empresa como Henkel Beauty Care, supone realizar entre 5 y 10 tests diferentes con cada ingrediente, y alrededor de otros 10 y 15 con los activos elegidos integrados ya en una fórmula”, detalla Esther Puig. Después, los cosméticos se prueban en modelos de piel reconstruida, antes de los estudios finales con voluntarios. Todo ello con el fin de garantizar la eficacia y seguridad del cosmético. “Hay mucha ciencia detrás y tardamos mínimo un año en poder lanzar un producto al mercado”, asegura. 

Que una crema sea natural no siempre es suficiente

Otro aspecto de los ingredientes cosméticos muy en boga actualmente es su origen natural. “El origen de los ingredientes es una de las mayores inquietudes actuales, no solo en cosmética, sino también en otros ámbitos (alimentación, ropa)”, apunta Puig.

La naturalidad de los ingredientes se ve como algo más seguro y compatible con el medioambiente y la piel, pero, ¡cuidado! porque natural no significa inofensivo. “El veneno de serpiente y el veneno de abeja son ingredientes 100% naturales pero dependiendo de su concentración pueden ser sustancias tóxicas para el ser humano”, advierte Esther Puig.

Apostar por ingredientes naturales es cuestión de gustos y una elección personal, pero lo verdaderamente importante a la hora de elegir un cosmético es que contenga activos eficaces una alta tolerancia cutánea demostrada, incluso en aquellas pieles más delicadas y sensibles.  “El sello de calidad ECARF, otorgado por la Fundación Europea para la Investigación en Alergias, con sede en el Hospital Charité de Berlín, certifica que un producto ha sido formulado para minimizar los riesgos de alergia, ya que ha sido dermatológicamente probado en personas con piel atópia y/o con alergias”. La mayoría de productos de tratamiento de la marca Diadermine cuentan con este sello.

¿En qué ingredientes merece la pena invertir?

Debemos quedarnos con estas cuatro grandes categorías: antioxidantes, ácido hialurónico, activos botox-like e ingredientes retinol-like.

Antioxidantes

Tanto el té verde como el té negro fermentado (kombucha) son muy ricos en antioxidantes (vitaminas C y E), isoflavonas, taninos y catequinas.  “Estos activos tienen la capacidad de proteger la piel de los radicales libres, que se producen por el ataque continuado de agentes externos como el sol, la contaminación, el humo del tabaco, y de prevenir un envejecimiento prematuro”, explica la experta de Henkel Beauty Care.

Ambos están presentes en la Crema de Día Anti-Edad (PVPR 9,95€), Crema de Noche Anti-Edad (PVPR 9,95€), el Sérum Anti-edad (PVPR 9,95€) y el Contorno de Ojos Anti-edad (PVPR 9,95€), de la gama Lift + Botology de Diadermine

Ácido hialurónico

Es una sustancia que fabrica naturalmente nuestro organismo para mantener las reservas de hidratación. El problema es que lo vamos perdiendo con la edad. Podemos reponerlo de manera externa, pero tiene que estar hidrolizado o fragmentado. “Es tan grande que no puede penetrar y llegar hasta las capas profundas de la piel, por lo que se debe inyectar en la piel directamente o hay que fragmentarlo en trocitos muy pequeños para introducirlo en un cosmético y que penetre correctamente en la piel”, advierte esta experta. 

Por ejemplo, “el hialuron vegetal, un derivado del ácido hialurónico que se extrae de la soja, se fracciona para poder atravesar la epidermis y transformarse en ácido hialurónico de reserva. Así es capaz de “rellenarla desde el interior y proporcionar un aspecto más terso y jugoso”, asegura Puig. Este ingrediente forma parte de la fórmula de la Crema de Día Anti-Edad, Crema de Noche Anti-Edad, Sérum Anti-edad y el Contorno de Ojos Anti-edad de la gama Lift + Botology de Diadermine.

También es posible aportárselo a la piel a través de microcápsulas que contienen ácido hialurónico puro, que “penetran en la piel y rellenan” las arrugas desde el interior, apunta Esther Puig, con resultados equiparables a los de las inyecciones en cuestión de seis semanas de uso regular de sus productos. Estas microcápsulas se encuentran en la gama Lift + Super Filler de Diadermine, tanto en la Crema de Día (9,95€), como en la Crema de Noche (9,95 €), Crema de Día Anti-Manchas SPF 15 (10,55€), las Cápsulas (5,99€) o el Sérum (9,95€).

Activos Botox-like

Entre estos activos, se encuentran algunos de origen botánico, como el extracto de paracress, y otros de carácter dermatológico, como el ácido aminobutírico. “El primero es un extracto vegetal (nombre científico Acmella Oleracea), típico de los trópicos y zonas cálidas, que actúa formando una fina película en la superficie de la piel y proporcionando un efecto alisador inmediato”, describe Esther Puig.

Por su parte, el ácido aminobutírico es un aminoácido y uno de los neurotransmisores más importantes que segregamos naturalmente (se le conoce como ácido gamma-aminobutírico, GABA), para controlar, entre otras cosas, el tono muscular. “Lo obtenemos por biofermentación y lo integramos en los cosméticos para que actúe sobre los receptores musculares situados en la capa más externa de la piel (epidermis), ayudando a relajar la tensión de los músculos faciales y reduciendo el aspecto visible de las arrugas”, aclara la experta.

Ambos ingredientes están presentes en la Crema de Día Anti-Edad, Crema de Noche Anti-Edad, Sérum Anti-edad y el Contorno de Ojos Anti-edad de la gama Lift + Botology de Diadermine.

Activos Retinol-like

El Retinol o provitamina A es un clásico de los cosméticos dermatológicos, pero es fotosensible (puede llegar a producir manchas con el sol), requiere una pauta progresiva y puede irritar o producir descamación en las pieles sensibles. De ahí que la industria cosmética haya intentado buscar activos que imiten su eficacia, pero sin sus posibles inconvenientes.

Este es el caso del aceite de hinojo marino y el extracto de alga. “Estos activos estimulan la renovación celular, reducen las arrugas y mejoran el aspecto de la piel de forma tan efectiva como el retinol, pero sin sus posibles efectos negativos, en cuestión de seis semanas”, asegura Puig. 

Encontramos estos activos en la Crema de Día (9,95€), la Crema de Noche (9,95 €) y las Ampollas 7 días (9,95 €), todas de la gama Lift + Naturetinol de Diadermine

Una alternativa a las agujas

Lo más positivo de estos cuatro grandes grupos de activos es que imitan los efectos de las inyecciones a largo plazo y pueden presentarse como una alternativa no invasiva para las personas que tienen miedo a los pinchazos o prefieren evitarlos.

“Aunque el efecto de una inyección de vitaminas, ácido hialurónico o botox en la piel es inmediato, con una crema podemos conseguir resultados equivalentes o similares en cuestión de seis semanas. Se pueden suavizar las arrugas y reducir las líneas de expresión, mejorar la elasticidad y flexibilidad cutáneas, recuperar la hidratación y definir el óvalo facial”, concluye la experta. 

Imágenes: Diadermine y Shutterstock/Syda Productions